Habemus Presidente

Mientras los políticos siguen sin ponerse de acuerdo para formar gobierno en España y escoger a un presidente que lo lidere, en el Espanyol ya tenemos a uno. Se llama Felipe Caicedo y ayer marcó el único gol del partido para firmar un triunfo vital. El Espanyol ya ha votado por la salvación, que aunque no está matemáticamente en el bolsillo, sí que podemos considerarla como una permanencia virtual.
El grupo de Galca empezó aplicado en la presión ante un Sevilla que reservó algunos jugadores pensando en su semifinal europea de esta semana. ¡Dichosos ellos! Por este motivo Diop le robó un balón peligrosísimo a Cristóforo, pero el ‘todocampista’ senegalés se durmió cuando podía rematar.
El Sevilla tenía el control del esférico y uno de los tres jóvenes del filial que alineó Emery, Curro, superó en en la banda a Rober Correa, lateral derecho obligado por las bajas de Javi López y Arbilla, y su centro lo remató alto Llorente desde el área pequeña.
El Espanyol se mostraba demasiado ansioso y le atenazaban los nervios. Por fortuna, el Sevilla tampoco parecía estar demasiado por la labor. De forma inexplicable, Kolo le regaló un balón a Víctor Sánchez, pero éste escogió la peor opción en un dos contra dos clarísimo. Y de nuevo el de Rubí desaprovechó un contragolpe franco, con mayoría de atacantes pericos.
El Sevilla, sin hacer nada del otro mundo, se mostraba amenazador. Coke provocó una falta peligrosísima de Rubén Duarte en la media luna, pero Iborra la desaprovechó, con un disparo alto. El partido era malo de solemnidad. El remate con más peligro de la primera parte fue en el tiempo añadido, cuando un omnipresente Víctor Sánchez envió al lateral de la red un disparo desde el vértice del área. Ni un solo pero a la intensidad del equipo, pero el primer acto fue un cúmulo de errores protagonizados por un equipo que se movía más con el corazón que cabeza.

¡Gracias presidente!
El Espanyol empezó con brío en la reanudación. Asensio puso un centro buenísimo desde la banda derecha y Víctor Sánchez, en el segundo palo, cabeceó al palo. Suerte que en la réplica Fernando Llorente se durmió cuando se había quedado solo ante Pau, pero Rober llegó al rescate para entorpecerle y abortar una clara ocasión.
Y de nuevo Asensio volvió a erigirse en protagonista con un estupendo disparo desde lejos, una faceta en la que aún debería prodigarse más. El balear estrelló el balón nuevamente en la madera, después de que Sergio Rico tocara, y Caicedo recogió el rebote para fusilar a puerta vacía. ¡Gracias presidente!
Precisamente el ecuatoriano, que aún no está del todo recuperado, dejó su puesto a Gerard Moreno, quien en la primera intervención dejó un franco balón de cara a Asensio, que disparó a las manos de Rico.
El gol del ecuatoriano había calmado los ánimos de un Espanyol demasiado ansioso. El tanto permitió al equipo actuar con más tranquilidad y cabeza. Y sobre todo aportó la confianza que faltaba hasta ese momento.
El grupo de Galca quería matar el partido y disfrutó de una triple ocasión. Rico se tiró a los pies de Hernán y Víctor Sánchez llegó (¡Que extraño!) al rechace, pero su disparo se estrelló en el portero sevillista. Y el segundo rebote fue recogido por Gerard Moreno, que disparó desde la frontal del área a la madera. Después, en una mala acción de Pareja, Asensio volvió a probar el disparo desde lejos con mucha intención, obligando a Rico a esforzarse. Los jugadores locales acabaron con rampas, fruto del esfuerzo, pero con tres puntos vitales en el bolsillo.