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jueves, 12 de mayo de 2011

Un empate que no satisface ni a pericos ni a chés

Espanyol y Valencia empataron en el estadio de Cornellá en un resultado que no deja contento a nadie. El equipo de Emery, que fue por dos ocasiones por delante en el marcador, no supo mantener el resultado, y los periquitos no obtuvieron la victoria que les hubiese permitido luchar por la Europa League.

ESPANYOL 2 – 2 VALENCIA

Con el empate, ni uno ni otro consiguen sus aspiraciones, aunque eso sí, sólo una debacle privará al equipo de Emery de la tercera plaza. Con cinco puntos de distancia entre Valencia y Villareal, sólo la peor de las combinaciones posibles dejaría al equipo ché fuera de la medalla de bronce liguera.

Muy feliz se prometía la noche para el equipo “taronja”, y es que tras un primer aviso de Joaquín a los ocho minutos de partido, el delantero Roberto Soldado hacía el primer tanto de la noche apenas un minuto después, aprovechando un tremendo error de Raúl Rodríguez, que se hizo el harakiri tras no saber controlar un comprometido pase de Javi López.

El equipo visitante comenzaba a sentirse cómodo cuando el Espanyol supo reaccionar a tiempo con la tempranera respuesta de Osvaldo. El enrachado ariete españolista puso las tablas en el marcador antes de los primeros veinte minutos de partido al resolver con precisión una buena jugada personal en la que rompió en cintura a David Navarro.

El partido se convertía en un intercambio de golpes a base de goles, y sólo cinco minutos después Mata volvía a poner por delante a los valencianos. El jugador ché remataba a puerta vacía un buen centro de Bruno desde el costado, poniendo las cosas más difíciles todavía al Espanyol, que intentaba desesperadamente una victoria que se le antojaba imposible por momentos.

El equipo de Pochettino necesitaba los tres puntos, y salió en la segunda parte a morder. Sin embargo, la mordiente era superior en el cuadro visitante. Soldado y David Navarro rozaron la sentencia y perdonaron. El Valencia veía que el Villareal había tropezado y la tercera plaza matemática estaba en su mano.

En el minuto 76 llegaba el jarro de agua fría para el equipo levantino. Cuando más apretaba el Valencia, Galán conseguía el definitivo empate a dos después de un desafortunado despeje de César, que no tuvo hoy su mejor noche.

Los instantes finales se convirtieron en una batalla abierta en la que incluso cualquiera de los dos equipos podría haberse llevado la victoria. Finalmente, empate que no satisface a nadie del todo pero que deja los objetivos al Valencia muy cercanos.

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