Ayer, un año después de la trágica muerte de Dani Jarque en Coverciano, la afición perica volvió a repetir el ritual que puso la piel de gallina al mundo del fútbol y del deporte, en general: riadas de aficionados desfilaron por la Puerta 21 del estadio de Cornellà-El Prat, que volvió a convertirse en improvisado mausoleo en recuerdo del añorado Dani Jarque.
Ayer, en apenas dos horas, más de tres mil seguidores pasaron por la Puerta 21 para volver a rendir tributo al malogrado capitán. Profundo silencio, tan sólo roto por algún grito de ánimo, y lágrimas, sí, pues más de uno no pudo contener la emoción al mirar el entrañable mural que preside la estancia, un mural conmemorativo elaborado con los recuerdos recogidos durante los días posteriores a la desaparición de Dani.
Fue una mañana muy intensa y la emoción se cortaba por doquier. Los más madrugadores fueron los jugadores de la primera plantilla que no han viajado a Cádiz. Iván de la Peña, Víctor Ruiz y Raúl Baena (en representación de la plantilla) depositaron un ramo de flores delante del mural. Después, la FCPE, encabezada por su presidente, Alberto Ariza, hizo su ofrenda floral.
No faltó una representación de la familia de Jarque. Fueron los primeros en entrar, acompañados de Mágico Díaz, el representante del '21'. Mucho dolor condensado.
Poco a poco y en profundo silencio, fueron entrando los seguidores que ya se agolpaban hacía ya mucho minutos, en la entrada. Y de forma improvisada formaron un semicírculo bordeando el mural. Muy cerca, una pantalla ofrecía alguna de las mejores fotos de la carrera del jugador, teniendo también espacio la increíble dedicatoria que le hizo Iniesta al marcar el gol en la final del Mundial.
Peregrinaje, pero no sólo de pericos pues aficionados del Barça, del Real Madrid, del Sevilla o del Albacete, también se acercaron. Con el paso de los minutos, el suelo se fue inundando de ramos de flores, cartas, fotos, dedicatorias, camisetas diversas y velas. Similar escenario, similar mausoleo, al que ahora hace un año desgarraba el corazón del espanyolismo.
Y cuando pasaban 21 minutos de las once, saltó el primer y sentido aplauso. La gente, de forma espontánea, repitió este ritual durante la mañana. Todo en un tono de profundo respeto hacia la figura de Jarque. Una vez más, la afición, sobresaliente, como siempre. Después de días de cielo encapotado, ayer hubo sol y el cielo fue blanquiazul. Por Dani Jarque
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