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lunes, 27 de abril de 2009

Diecisiete jornadas después salió el Espanyol del descenso. Mitad milagro mitad que por fin el equipo ha engatillado una racha de partidos serios, fiables, de equipo de Primera División: está seguro atrás y fino arriba, en este juego no hay mucho secreto. En una semana mágica les ganó a Racing, Sporting y Betis. Y antes empató en Soria. Cuatro partidos sin encajar un gol, diez de doce puntos disputados. Pinta a que se salva, sí.
Ayer se deshizo del Betis con un gol de Luis García a poco de empezar y otro de Román cerca del final. Fue mejor que su rival, que pidió con razón penalti a Oliveira con 1-0. No hizo ni antes ni después mucho más para sacar de quicio al meta camerunés el equipo de Nogués. El ariete brasileño fue un Llanero Solitario vestido de verde. Buscó y buscó, pero no le acompañó nadie. No fue la tarde de Mark González ni de Edu. Emaná estuvo más gris que otras veces. Le faltó al Betis el duende arriba que sí tuvo el Espanyol, que no es que le arrollara, pero sí tuvo el acierto necesario para poner tierra de por medio y encarar con tranquilidad otro partido de trankimazín a chorro. Le faltó al Betis continuidad, incluso diría que convencimiento.
Luis García no marcaba desde la visita del Espanyol al Santiago Bernabéu allá por octubre. Lo hizo ayer aprovechando un pase de De la Peña marca de la casa. Y además jugó bien. A Iván le ha salido un buen socio en Nené y su tocayo Alonso es un regalo caído del cielo. Ayuda siempre y le da aire a Tamudo. Nunca habían jugado juntos hasta que el uruguayo aterrizó en enero y se apañan como si llevaran haciéndolo toda la vida.
Hubo otro partido en la grada, más espectacular que el que se vivió en el campo. Dos mil y pico béticos desafiaron con sus gritos a la afición españolista: si el equipo se salva, como parece que va a ser, deberían darle una prima a su gente. La que ha creído siempre en que la suerte perica en esta Liga no estaba echada aunque lo parecía. La entrada de ayer fue la tercera del año, sólo superada en las visitas de Madrid (la mejor) y Barça.
Lo previsto.
La personalidad del partido se definió con el rápido 1-0. El Espanyol procuró no despistarse nunca y lo logró. El Betis se espabiló tras el descanso, pero pudo perder por más pues Nené tiró a la madera. Sólo lo justito del 1-0 creó zozobra en la grada. El segundo explicó que ayer no era el día del Betis. El del Espanyol, sí. Y van tres seguidos.

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